R E M I T I D O

SOLO EL PUEBLO SALVA AL PUEBLO

Desagravio a Lil Rodríguez

“Vierte corazón tu pena donde no se pueda ver por soberbia o por no ser motivo de pena ajena”

José Martí Durante mas de 50 años fuimos imposibilitados de vernos en nuestras expresiones mas nobles cuando de lo mediático se trataba. En esos tiempos no nos dábamos cuenta. Eran los medios de comunicación los portadores de la verdad y la Justicia y, debíamos ser como ellos sutilmente ordenaban a través de su publicidad, su cultura de élites y su visión de los nuestro como algo exótico, cuando mucho. El tiempo, el dolor y la conciencia nos fueron diciendo que nuestros valores habían sido alterados, tan alterados que todavía necesitamos la aprobación y las mediciones de quienes nos oprimen para sentirnos bien. El cambio radical que significó para los venezolanos la llegada de un aire revolucionario al gobierno ha abierto compuertas a la conciencia. Pero no es suficiente. El pasado 15 de febrero acudimos con alegría a ratificar nuestra decisión de ser libres y soberanos y todavía celebrábamos cuando fuimos sorprendidos desde uno de los albergues de la cultura secuestrada, por ataques arteros contra la decisión revolucionaria de gobernarnos a nosotros mismos, sólo que ésta vez la víctima propiciatoria fue el proyecto de televisora social que todavía estamos delineando entre todos. Quienes lo hicieron intentan someter al escarnio público a los trabajadores de TVes y a quien asumió con humildad y coraje la decisión presidencial de darle vida y una base cultural cónsona con nuestra manera de ser y de sentir. Obviaron en su vulnerable declaración que Lil Rodríguez está entre nosotros haciendo labor de Patria mucho antes de que este proceso revolucionario se desatara indómito. Para hablar de su labor sostenida y modesta, contundente y apuntadora de nuestra identidad como pueblo se requiere muchísimo mas espacio del que acá estamos, por colecta, pagando. Nuestra solidaridad con Lil es la de un pueblo que ha superado muchísimo de su desconocimiento gracias a su labor de mas de 30 años. En definitiva es su pueblo, porque quienes la conocemos sabemos bien de su cuna humilde y digna, y de su tránsito pulcro en el ejercicio de su ciudadanía solidaria. Tan solidaria que muchos países se sienten honrados de su aporte, incluyendo a Cuba, a la que entregó 3 años de su vida, cuando Cuba no era moda sino compromiso. Detrás de los ataques a Lil Rodríguez se esconden las ansias de retorno de la banalidad a nuestra cultura soberana y libre. Nuestra solidaridad no es clandestina y alzamos nuestras voces en acto de desagravio hacia ella, porque para muchos, mire que para muchos más de los que se supone, ella ha sido parte de nuestro crecimiento necesario. La acompañamos como acompaña el pueblo. Y ya se sabe lo que esto significa. Si no, vuelvan la vista a las decisiones populares a lo largo de estos 10 años de despertar. Por ella, por lo que ella significa para nuestra cultura y porque sabemos que la dignidad va mas allá de un show, estaremos con ella en esta batalla, que es la nuestra. ¡Adelante Lil. Tu pueblo ancestral y actual te acompaña!

(Si usted desea acogerse a este desagravio, por favor escriba asanagustin.arteycultura@gmail.comy colabore que, como dice nuestro Presidente, lo que viene es joropo.)

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PD: Va en CCO a toda mi lista de amigos.